Los retos del
líquido vital agua son grades y complejos, pero superables, si actuamos
diligentemente, con unidad y si el
esfuerzo se despliega de forma consistente y continuado. Para esto debemos sumar voluntades, capacidades y recursos.
Tenemos que cambiar nuestro modo tradicional de relacionarnos con este precioso
liquido; no podemos seguirla viendo como un recurso inagotable, más bien
como un recurso escaso, saludable y costoso, que es necesario manejar responsablemente
para nuestro beneficio, naturalmente para el
las futuras generaciones.
Se hace necesario
general hábitos para el uso racional adecuado del agua, brindar educación
ambiental desde los jardines infantiles, desarrollar apropiada gerencia del agua, ampliar las zonas
verdes mediante la reforestación y hacer que se cumpla en cada hogar – empresa el consumo estipulado por habitante y/o
trabajador. Estos nos brindaran educación para la convivencia, en democracia y
en un mundo altamente poblado.
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